LA VERDAD
Palomas en esta exhibición viajera que nos lleva a la India. / L. A.
Las 'Sendas de la memoria' de Karine Boulanger
Viaje. La artista presenta en la galería murciana La Aurora el resultado de cuatro visitas a la India con su madre y su hermana
Karine Boulanger (Beirut, 1963) es una pintora cuyo trabajo está en constante desarrollo y discurre de forma paralela a las sendas que en su memoria van dejando cada uno de sus innumerables viajes.
De padre francés y madre boliviana, pasó su infancia en París, rodeada de un ambiente artístico. No fue hasta la edad de 23 años cuando descubrió su vocación al ver una exposición del artista nicaragüense Armando Morales. Esta revelación la llevó a realizar estudios de pintura en La Paz (Bolivia), de donde pasó a completar su formación en la Ecole Nationale Supérieure des Beaux Arts, de París. En estos primeros años, su trabajo se caracterizó por una mezcla de influencias provenientes del realismo mágico latinoamericano y del clasicismo europeo occidental.
Una de las acuarelas de Karine Boulanger.
A finales de los noventa, una exposición de arte bizantino en Nueva York, marcó un nuevo rumbo orientalizante en su producción artística, que se llenó de fondos dorados y de luminosidad simbólica y expresiva.
Como no podía ser de otra forma, la exposición con la que esta artista hace su entrada inaugural en Murcia, es el resultado de cuatro viajes que realizó a la India, junto a su madre y su hermana, también artistas, entre los años 2015 y 2018. Se trata a su vez, como su autora, de una exhibición viajera, pues antes de arribar a la Región de Murcia, ha pasado por distintos museos y salas de exposiciones de Bolivia y de Norteamérica.
En ella se pueden apreciar los recuerdos que esta exótica cultura asiática ha dejado en su trabajo, pues sus anteriores óleos de solitaria naturaleza en hibernación han dejado paso a bodegones de hiperrealistas vajillas indias de latón, que dignifican su humildad con magistrales reflejos de opulencia veneciana.
Unas veces como fondo de estos bodegones, otras, como únicas protagonistas de las obras, aparecen representaciones que capturan con fidelidad calcárea el decadente esplendor de los frescos de los havelis de Shekhawati, grandiosas mansiones cuyos muros internos y externos estaban ricamente decorados con pinturas mitológicas e históricas.
Vajilla hiperrealista.
La artista reserva las pulsiones más orgánicas y coloridas para sus acuarelas, técnica que ha empezado a practicar inspirada en las miniaturas indias, que se realizan con un finísimo pincel de pelo de ardilla, a la que se entretiene con nueces mientras se le corta el pelo de la cola.
Actualmente, Karine Boulanger vive y trabaja en Sídney, Australia. Su exposición puede verse estos días en la galería La Aurora, de Murcia