José María Cuasante
Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, se doctora en Bellas Artes, interesándose en un principio por el informalismo. En 1971 expone por primera vez su obra, cuyo marcado apego a lo real hace que se le asocia de inmediato con la pintura realista española. Pero en sus cuadros desarrolla una línea fría, más cercana al hiperrealismo norteamericano, aunque obviando la escala monumental, que a la crónica de denuncia social.
A comienzos de los años ochenta obtiene una beca de la Fundación Juan March para ampliar sus estudios en el extranjero. A raíz de ello su obra se hace más espontánea, como puede apreciarse en los retratos de ámbito familiar o en las series de bodegones, en las que se aprecia un incremento en la saturación del cromatismo. Progresivamente, amplía su temática desde el ámbito doméstico hacia las escenas de vida urbana, mientras que en lo estilístico transforma su inicial realismo fotográfico en un neoexpresionismo cuya mirada se centra en la luz y el color, verdaderas bases de su pintura. En 1987 inicia un retorno hacia planteamientos más apegados a lo visual y lo perceptivo, que en los años noventa se concretan en la representación de interiores retraídos sobre sí mismos.
En la actualidad, su obra se caracteriza por una vuelta al naturalismo extremo de sus comienzos con una temática centrada en las calles de la gran ciudad y las escenas de playa. Su método de trabajo parte de afiches fotográficos, para después realizar, a la misma escala, un dibujo monocromático, sin matizado de sombras. Las figuras aparecen casi recortadas, con marcadas diferencias de tonos y preponderancia del rojo, en una estética que remite a imágenes publicitarias propias de los mass media